miércoles, 22 de agosto de 2012

Deseos de una Marioneta




Intentaba librarse de lo que sentía, eran cuerdas de marionetas...

Y su blanco y fino vestido se convertía en gris, como el resto del del escenario a si alrededor; gris como su vida... Gris como su mismo interior hueco y vació... Como el mismo sol.

Su boca que se niega a hablar y su corazón, su corazón que busca el olvido; no era digna de nada, pero merecía todo, todo era lo que ella había entregado, tanto... que esas cuerdas que le manejaban, ella les había forjado a base de vanos espejismos y que quimeras creadas en su mente, llena de laberintos.

Y sus pies, sus ajados y desnudos pies marcaban un camino en un edén oscuro, tan oscuro como su cabello; casi sin vida, como ella misma, como todo a su alrededor...

Suspiros resignados y decadentes de esos labios mudos y sangrantes, sangrantes de su tristeza sin expresar y su mirada vacía pero llena de lágrimas no observaba mas que el camino de una ilusión.

Deseaba librarse de lo que sentía, eran cuerdas de marionetas... imaginarias...
Que ella misma manejaba. 


martes, 21 de agosto de 2012

Las Mujeres James - Capitulo 15º

Capitulo 15º -
Enredos y tonterías en una fiesta 



“El amor como ciego que es,
impide a los amantes
ver las divertidas tonterías que comenten”.
William Shakespeare

- Elegir el vestido perfecto es muy importante – Menciono Jamie mirando un par de vestidos que estaban en mi closet.
- No quiero ir… - Dije mirándola.
- ¡Vamos Lita! ¡Animo hermana! No puedes rendirte, es tu última oportunidad – Explico maquillándome. - ¿Te gusta mucho el negro verdad? – Pregunto dejando un vestido negro sobre mi cama, que obviamente había elegido de entre un montón de vestidos negros.
- No va a resultar… - Deduje para luego ponerme el vestido que ella había elegido para mi.
- Sólo dile lo que sientes, y no seas agresiva ni hagas nada estúpido – Me ordeno en tanto bajábamos las escaleras.

La fiesta ya había comenzado y la mayoría de los rostros que observaba no me eran conocidos, en tanto con mi vista buscaba al maldito ingles, el agasajado.


-Ven Lita, te presentarte a algunas personas – Dijo mi cuñado tomándome del brazo.
- No me jodas, no vine a socializar Mick – Conteste sin mirarle, pues aun con mi mirada buscaba a Robert entre la multitud.
- Hazme caso cuñada – Insistió tirando de mi brazo hasta encontrarse con un matrimonio, algo mayor, muy elegante. –Tíos, ella es Lita, es hermana de Jamie y mi socia – Me presento frente a la pareja que había estado a un lado observando con ojos críticos la fiesta.
- Así que tu eres la famosa Lita, deseábamos conocerte – Menciono el hombre. – Soy John Wallace –Se presentó sonriendo.
- Un… un momento… ¿Dónde escuche ese apellido antes?... ¡Maldición! ¡Son los padres del ingles! – Pensé tratando de calmarme.



- Son tus suegros…- Bromeo Mick en un susurro.
-Mi hijo y mi sobrino, no te han descrito tan hermosa como realmente eres – Me adulo la mujer sonriendo dulcemente.
- Gracias – Conteste riendo incomoda, como se imaginan.
- Mi tío se hará un tatuaje mañana, antes de irse – Explico Mick.
- Así es, así que espero que seas tan talentosa como Robert ha dicho, aunque no lo dudo – Aseguro el señor que portaba un noble pero serio semblante.
- Elizabeth… Hola, ¿Nos disculpan? – Dijo Robert tomando mi brazo y alejandome de sus padres un par de metros – No pensé que vendrías – Agrego mirándome de abajo hacia arriba, como examinándome como un doctor.
- ¿Acaso dije que no vendría? – Pregunte, aunque luego recordé que, en realidad eso era lo que había dicho. – Como sea, necesito hablar contigo – Dije mirándole.
- ¿Qué hacías con mis padres? – Me interrogo.
- Nada, solo… nada – Expliqué. - ¿Podemos hablar? – Insistí seriamente.
- Ahora no – Contesto el con un tono de voz muy frío y cortante. – Mejor, mantente lo mas alejada de mi como lo has hecho antes y estaremos en paz – Agrego para luego irse.

Eso es algo que yo diría, mas bien es como si la historia estuviese contada al revés… ¿Me rechazo? ¿El me rechazo a mí? ¿A Elizabeth James?, nunca había sufrido un rechazo, maldito ingles.

- ¡A Elizabeth James nadie le rechaza! – Exclame furiosa, debo decirlo, con el orgullo herido.
- Te rechazo… - Dijo Jade parada a mi lado.
- ¿Desde cuando estas aquí maldita? – Pregunte asustada.
- Desde que te vi parada, sola mirando tus zapatos con cara de idiota… Dos minutos o un poco mas – Explico la muchacha llevando un vestido azul. - ¿Te dolió? – Me interrogo con una sonrisa algo sarcástica.
- Un poco, mucho – Me contradecí suspirando.
- Dah, te lo mereces… - Aclaró. – No te rindas Beth, tu nunca te rindes – Prosiguió dándome unas palmaditas de apoyo en mi espalda.
- Necesito un trago… -Dije para luego ver que ella me acercaba su copa. – Gracias amiga… - Agradecí luego de beberlo rápidamente.
- ¿Estas bien? – Pregunto la joven mirándome con preocupación.
- Jade lo siento mucho. Tu siempre has estado a mi lado, incluso luego de nuestra corta “historia” que yo arruine, eres mi mejor amiga y yo no te suelo valorar lo suficiente –Me disculpe en tanto ella me miraba extasiada. – Te quiero mucho maldita – Agregue abrazándola.
- Y yo a ti Beth, ya devuélveme a mi mejor amiga porque me asustas – Contesto correspondiendo a mi abrazo.  – Deberías hacer lo que viniste a hacer… - Sugirió sonriendo.
- Sí, lo haré… - Respondí suspirando para luego recorrer el salón buscando a Robert entre la multitud.



En uno de los balcones le encontré, lejos de la música de fondo y el bullicio de las platicas que inundaban la fiesta, el estaba sentado en un banco luciendo su traje negro elegantemente dirigiendo su mirada hacia el cielo nocturno inundado de estrellas.

-Me encontraste… - Dedujo mirándome. – No quiero platicar – Aclaro desviando su mirada otra vez, hacia la noche.
- Entonces… ¿Puedes solo escucharme? – Pregunte acercándome a el.
- Estoy algo cansado de escucharte, eres como la biblia insultas a más no poder pero luego te contradices evitando que alguien te pueda entender – Me ataco sin mirarme.
- Lo comprendo ingl... Robert, pero si no te digo esto… sentiré que hice todo mal – Explique.
- Es que todo lo hiciste mal Beth, todo lo malo, cruel, egoísta y desinteresado que pudiste haber hecho…ya lo has hecho – Dijo poniéndose de pie frente a mi. – Y no tienes que sentirte mal, porque así eres, ni tampoco disculparte ni preocuparte por mí, yo estaré bien. Solo… solo fueron algunos rechazos y un poco de tristeza; eso es todo – Explico sonriendo levemente y dirigiéndose hacia la puerta del balcón.
- Me equivoque… - Lo detuve amotinándome frente a la puerta y mi orgullo en ese momento se fue al carajo, como todo mi ser. – Yo dije esas cosas y me equivoque, y además mentí. Entiendo que no puedas ni verme pero la realidad es esta, soy una estúpida, cruel y desinteresada – Acredite, demasiado convencida de eso como para negarlo. – Pero lo cierto es que me da miedo estar con alguien y que luego me lastimen, así como yo lastime a muchos… y me doy cuenta de que la gente cree que estoy vacía de sentimientos… Pero no es así, incluso tengo en claro lo que siento por ti y se que si no lo logro contigo, no lo lograre con nadie y seré toda mi vida como la Lita que tu siempre has conocido. –Me justifique intentando no romper en llantos. – No quiero que esto termine así, no te vayas por favor. – Rogué tal vez por última vez.
- Estas perdonada Lita, siempre lo estas. Pero como te dije hoy: No tengo ningún motivo para quedarme aquí ¿Por qué lo haría? ¿Por qué si tu no estas segura? ¿Por qué arriesgarme a que me vuelvas a hacer lo mismo? Dame un motivo, no solo excusas leídas de tus novelas viejas – Demando negando con la cabeza.
- ¡Por qué yo quiero estar contigo Robert! ¡Maldición! ¿Ves como me pones? – Dije con desmesura, angustiada ante su mirada. – Quiero que estemos juntos, pero fui tan idiota que solo lo entendí después de lastimarte y arruinar nuestra relación… - Explique. – Ahora yo, te pido que me des otra oportunidad, tengamos algo lindo juntos… No quiero perderte de esta manera Rob – Insistí negando con mi cabeza, en tanto cerraba mis ojos fuertemente, este era mi ultimo intento. Sí esto no resultaba, no volvería a mirar a otro muchacho y mucho menos ponerme así por alguien.
- Idiota – Menciono el muchacho mirándome, en tanto yo dirigía mi vista hacia el, a punto de darle un golpe con todas mis fuerzas. – Reprimida sentimental, negada a los sentimientos, orgullosa hasta el punto de la inmadurez y psicópata en potencia… Tienes tu oportunidad, la ultima – Agrego riendo.



Le abrace fuertemente, y tal vez tenia cara de estúpida al hacerlo, y de seguro quería golpearle por hacerme sentir tan mal por un día entero.

- ¿No te iras verdad? – Pregunte sonriendo para luego verlo negar. - ¿Entonces? – Le interrogue nuevamente.
- ¿Te amo? – Contesto confundido. Realmente sentí que estaba bromeando.
- Si… Lo habías dicho ya – Explique. – Yo también te amo... – Dije algo incomoda y ruborizada de seguro.
- Bueno, entonces volvamos a la fiesta – Respondió tomando mi mano.
- Um… ¿No deberías besarme acaso? – Pregunte negándome a creer que fuera un idiota realmente.
- ¡Oh! Si, claro. No lo olvidé – Aclaró tomando suavemente mi mentón y llevándolo hacia su rostro hasta unir nuestros labios en un tierno y dulce beso, necesario, profundo y correspondido (Claro esta) que se interrumpió luego de un par de minutos a causa de un flash de una cámara de fotos.
- ¡Jade! – Grite enojada para luego verla correr junto a Mick y a Jamie.
- ¿Volvemos a la fiesta? – Pregunto el muchacho tomando mi mano nuevamente y sonriendo en tanto yo asentía con mi cabeza.
- Feliz Cumpleaños Robert – Dije sonriendo al igual que el.
- ¿Sabes que mis cumpleaños son geniales? – Me interrogo el muchacho manteniendo su sonrisa.
- ¿A sí? ¿Por qué? – Pregunte riendo para luego recibir un beso suyo.
- Además, por eso… - Contesto señalando a sus padres quienes bailaban ridículamente en medio de la pista.
- Eso lo explica la idiotez de este ingles… - Susurre en tanto entrábamos nuevamente a la fiesta de la mano.
- ¿Dijiste algo? – Pregunto mirándome.
- Que esta muy divertido… - Respondí riendo.

Por eso odiaba mis cumpleaños, porque debía quedarme hasta el final de la fiesta y aunque este no fuera mi cumpleaños, eso paso de la misma manera, la noche joven se volvió vieja y la música y las platicas de los invitados se fueron desvaneciendo lentamente hasta que todo el salón quedo en silencio y algo sucio.



- Muy bien Rob ¿Preparaste tus maletas verdad? – Pregunto el señor Wallace acercándose a su hijo.
- No me iré por ahora padre, es que… - Contesto el joven dirigiendo su mirada hacia mi para luego ver que sus padres lo imitaban pero no de la misma manera, las miradas eran fulminantes. – A parte, debo asistir a una boda – Agrego el joven riendo y rascando su cabeza con incomodidad mientras sus padres aun tenían la mirada fija en mi. 



Este va dedicado a mi Barbi 
Espero te guste ♥
Te amodoro 




lunes, 13 de agosto de 2012

Las Mujeres James - Capitulo 14º


 Capitulo 14º -  La culpa


“Lo siento mucho pero te amo,
todo es una mentira.
Yo no lo sabia pero sé ahora que te necesito”
Big Bang – “Lies”

- Buen día – Salude al ver a mi made y a mi hermana almorzando.
- Deberías despertar más temprano – Menciono mi madre algo molesta.
- ¿Ella? La reina del infierno debería dormir todo al día así no vemos su cara de amargura – Explico mi hermana menor.
- ¿Perdón? ¿Ustedes hablan de amargura? – Pregunte riendo.
- Iré a casa de Lion, haz el favor de no lastimar a nadie en tanto yo no estoy Lita –Dijo Eve mirándome con arrogancia.
- Vete al diablo Eve – Conteste sentándome sobre la mesada de mármol de la cocina a un lado del lavavajillas. - ¿Y tu qué? ¿Tienes algo que decirme que no sea de tu incumbencia? – Pregunte mirando a la rubia de mi hermana menor.
- Sólo que eres una mala persona, ¡Por dios Lita! ¿Qué te ocurre hermana? Eres una hipócrita – Dijo la muchacha acercándose a mi.
- ¿Por qué te importa tanto? Es sólo Rob – Pregunte asombrada.
- No es solo Rob, el es parte de mi familia ahora, y no es “sólo” una persona, es una persona que te dijo que te amaba – Explico mirándome indignada.
-¿Y por que soy hipócrita? ¿Por qué no quiero vivir en un cuento de hadas alejada de la realidad como tú lo haces? – Le interrogué encendiendo un cigarrillo.
- Porque tu también le quieres, y no lo aceptas tratando de aparentar lo que no eres – Respondió Jamie. – De todos modos no importa ¿Sabes? Todo el daño que le has hecho quedara impune porque luego de la fiesta, él volverá a Londres – Agrego mirándome tristemente.
- Le deseo buen viaje – Conteste.
- ¡No puedo creer que seas tan egoísta Elizabeth! – Grito la menor.
- ¡Esto no tiene nada que ver contigo Jamie! – Exclame bajando de la mesada y dándole un empujón hacia atrás.
- ¡¡Claro que tiene que ver conmigo maldita!! ¡¡Mick quiere matarte y por tu culpa no puedo estar en paz en mi propia casa!! – Grito nuevamente devolviéndome el empujón.

En ese momento quería darle una bofetada en medio del rostro y hacer sangrar su nariz ¿Quién se pensaba esta pendeja para juzgarme de esa forma? Estúpida, me saca de las casillas.

- Pues entonces vete con tu novio y Robert y sean una familia feliz, no me vengas con esos desplantes estúpidos Jamie – Dije alejándome de ella.
- Lo prometiste hermana… Las promesas no se rompen – Menciono con la voz entrecortada al borde de un llanto.
- ¿Qué cosa prometí? – Pregunte girándome para mirar esos ojos inundados de lágrimas.
- Qué romperíamos la maldición… Aun no lo haces… - Contesto abrazándome. - ¿Por qué insistes en estar sola cuando una persona buena te abre su corazón? – Pregunto llorando de preocupación.

Suspire, realmente no pensé que mis acciones egoístas afectarian a tantas personas y de pronto comprendí que, si no cumplía con mi parte de la promesa no solo esa maldición estaría afectándome a mi, sino a las personas que me rodean…



- Lo… lo siento hermana – Dije correspondiendo a su abrazo.
- Si tú no lo haces, esa promesa será en vano y yo me culpare toda mi vida de no haber hecho lo suficiente… Permítete ser feliz de una vez Lita, deja de escaparte del amor como si él fuera una maldición – Explico acariciando mi espalda.
- No podré… Si falló será mi culpa y seré una persona triste el resto de mi vida, continuare siendo como ahora… - Contesté rompiendo en llantos.
- Tú eres la que no permite que nadie diga que no puedes hacerlo. – Dijo en tanto yo secaba sus lágrimas. – Eres mi hermana mayor, demuéstrame que nada puede derribarte… - Me ordeno separándose de mi.  – Esta lloviendo afuera… - Agregó al verme caminar hacia la entrada.

Tome mi chaqueta y salí de casa, asustada y estúpida mi cara se mojaba con las densas y pesadas gotas que caían del cielo  como estrellas fugases. A paso veloz, casi corriendo me dirigí a la casa de Mick que quedaba a unas doce manzanas de distancia. Al llegar le di unos golpecitos a la puerta para luego secar mi rostro mojado por la lluvia y no lo negare, algunas lagrimas que delataban mis congestionados y rojos ojos.

- ¿Qué quieres? – Pregunto Mick, que sin dudarlo, note que estaba enojado.
- A tu primo… - Conteste rápidamente para luego ver una picara sonrisa en su rostro. – Es decir, hablar con tu primo – Me corregí inmediatamente nerviosa.
- Pasa… - Dijo para luego llevarme hasta la puerta de la habitación de Robert.

Otra vez, golpee suavemente mi puño cerrado con la puerta y al escuchar el “Adelante” gire la perilla y abrí la puerta frente a mí.

- Permiso… Hola… - Dije dirigiendo mi mirada hacia el piso.
- Lita… Hola ¡Valla! Umm… Siéntate –Me indico un lugar en su cama luego de correr una maleta. -¿Estuviste llorando? –Preguntó el muchacho mirándome.
- ¡No! ¡Me moje con la lluvia! – Conteste nerviosa.
- Si… Eso ya lo vi ¿Necesitabas algo? – Me interrogo, supongo, extraño de verme frente a el sin gritarle.
- Jamie me dijo que volverás a Londres – Mencione.
- Sí, me propusieron un trabajo en un restaurante de mucha clase, y desde luego aceptare – Explico sentándose a mi lado.
- No lo aceptes ingles… - Dije dirigiendo mi mirada hacia el en tanto negaba con la cabeza.
- ¿Por qué? Realmente me asombra que tú no quieras que me vaya, luego de dedicarme las tres palabras mágicas – Contesto incrédulo.
- Mentí, quiero decir, no te odio Robert… - Respondí. – ¡Sé que fui muy cruel contigo! Una verdadera basura, a decir verdad, pero lo cierto es que; no encuentro explicación para justificar el modo en que me comporte y si te vas, siento que habré perdido a una persona muy especial. Y yo… Lo siento… - Me disculpé incómodamente.



- ¿Eso significa que iras a mi fiesta de cumpleaños? – Pregunto el muchacho al perecer, sin haberle importado mis palabras anteriores.
- Evidentemente eres un idiota… - Dije enojada. – Iré… ¿Te iras? –Pregunte mordiendo mi labio inferior.
- Sí, me iré… No tengo razones para no hacerlo – Respondió con tanta franqueza que hizo que mis ojos comenzaran a cristalizarse en tanto me ponía de pie.
- ¡Pues entonces veté y no vuelvas jamás! ¡Si yo no soy un motivo para que te quedes entonces vete y no vuelvas! ¡Si tus declaraciones anteriores hicieron que yo venga hasta aquí como una estúpida a decirte que yo siento lo mismo no son motivos para quedarte…! ¡Entonces vete ahora! ¡Y no me hagas sentir que mis actitudes anteriores fueron egoístas! – Grite derramando pesadas lágrimas sobre mis mejillas. - ¡Que tengas buen viaje idiota ingles! – Agregué saliendo de su habitación con un golpe en la puerta tan fuerte que el piso debajo de mis pies tembló por unos instantes.
- Beth… - Dijo Mick en tanto yo caminaba hacia la salida.
- ¡No digas nada! – Exclame saliendo de la casa y corriendo hacia casa, sin sentir el dolor que los tacones en forma de aguja causaban al estrellar mis pues sobre el cemento de la acera.

Sólo atine a subir las escaleras y entrar a la habitación de Jamie para luego abrazarle entre llantos.

- Lo siento Lita – Dijo la muchacha abrazándome fuertemente en tanto mi llanto se hacia mas pesado con cada latido de mi corazón. - ¿Y ahora…qué? – Pregunto preocupada.
- Ahora… ya no me queda nada hermana – Conteste hundiendo mi cabeza en su pecho para ahogar el llanto.
- Aun… queda una fiesta de cumpleaños – Menciono acariciando mi cabello.
- Ya no quiero intentarlo, me rindo… - Dije, sin pensar que esas palabras nunca antes, salieron de mi boca, ni mi voz las menciono.



“Me rindo” ¿Sabia que significaban esas palabras? ¿Sabia el resultado de esa decisión? O Tal vez, esa maldición significaba sentir en carne propia, lo que se sentía cuando uno mismo rompía su propio corazón… 


Dedicado a mi hermana menor Gui Gui
Gracias por siempre estar a mi lado, 
Te amo ♥




domingo, 12 de agosto de 2012

Las Mujeres James - Capitulo 13º

Capitulo 13:
Tres palabras y una mentira


            “El día que tú no ardas de amor,
muchos morirán de frío”
François Mauriac

-¡Dios mío! ¡Es una chatarra! Ríndete, has perdido dinero con ese intento de Renault – Dijo Mick en tanto yo miraba mi auto “nuevo”.
- Jamás Mick, lo único que he perdido en mi vida fue mi virginidad – Expliqué. –Y lo único que necesito es que alguien diga “Elizabeth James nunca podrá hacerlo” y adivina: Yo voy es exactamente lo que hago – Agregue sonriendo suficientemente convencida de mis capacidades.
- Oh, dios mío… Lita, nunca podrás hacerlo – Dijo Jade acercándose a mi preciosura de auto.
- ¿Ya ves? – Pregunte mirando a Mick.
- Mi fe en ti es nula cuñada… Haz lo que quieras – Contesto el muchacho sentándose en la escalinata que estaba frente a la puerta de mi casa.
- Tengo que tomar fotos de esto… - Dijo mi amiga tomando su cámara de fotos de su bolsillo y fotografiándome en tanto yo empujaba el auto hacia dentro del garaje.

Horas después, me encontraba con el mecánico quien fue a revisar mi auto, ya que no podía sacarlo del garaje.

- ¿Tan malo es? – Pregunte al ver que el mecánico revisaba el motor del auto y negaba con la cabeza.
- Pues, con solo mirarlo, se que tendrás que invertir más de $700 dólares en el, solo para arreglarle… Si quieres pintarlo te costara $300 más – Explico frunciendo sus labios hacia un lado.
- Esta bien, entonces ¿Cuándo estará arreglado? – Le interrogue emocionada.
- Dos semanas, ya que necesito varios repuestos que tardaré en conseguir – Contesto. – Aunque, solo te cobrare el arreglo y te lo pintare sin costo, si tu me haces un tatuaje – Agrego sonriendo.
- Es un trato – Respondí estrechando su mano. – Lo quiero negro, y quiero unas llamas grises y violetas, pequeñitas aquí debajo – Indique feliz.
-  Entendido, enviare a recogerlo en un par de horas y en dos semanas le tendrás andado – Dijo para luego irse.

Me quede algunos segundos observando el coche, contemplándole, yo no permitiría que me dijeran que no puedo hacerlo y mucho menos escucharía un “Te lo dije” de alguna maldita boca; asé que tendría este auto andando en la calle en dos semanas, sin importarme que tenga que vender un riñón para pagar al mecánico.

- Hola – Me saludo Rob entrando al garaje sumisamente. – Pensé que se vería peor – Menciono sonriendo al mirar el auto.
- No sé a que te refieres, se ve muy bien – Respondí mirándole. -¿Qué tal tu tatuaje? ¿Esta sanando bien? – Pregunte queriendo saber como iba sanando el tatuaje que le había hecho el día anterior en la espalda.
- ¿Podrías verlo? Me duele un poco – Pregunto quitándose su camisa y poniéndose de espaldas hacia mi.
- Esta inflamado… ¿Cómo le curas? – Le interrogue preocupada.
- Jabón… - Contesto adolorido.
- Eres idiota o ¿Estudias para serlo? ¡Estúpido! ¡El jabón tiene perfumes, y espero no te lo hayas pasado por otro lugar antes de llegar a tu espalda! Quédate aquí tarado -  Exclame para luego entrar a la casa.
Al volver el estaba sentado en un pequeño banco con su espalda doblada y los codos sobre sus piernas.



- Mick me dijo que lo cure con jabón – Explico mirándome.
- Pero yo te dije que lo limpiaras con yodo y/o agua oxigenada – Dije vertiendo yodo sobre el tatuaje que abarcaba casi la totalidad de su espalda. – Lo dijo para molestarte y hacer una maldad… ¿Quién es tu tatuador? ¿El o yo? – Pregunte limpiando su tatuaje.
- Tu… - Contesto suspirando.
- ¿Qué te ocurre idiota? No debería dolerte – Dije deteniéndome.
- No me duele… ¿Puedo hacerte una pregunta? – Me interrogó.
- Mientras no sea de índole privado – Aclare encendiendo un cigarrillo.
- ¿Por qué no te gusto? – Pregunto mirándome.
- Eso es de índole privado. No te pongas la camisa, deja que la herida respire y se seque – Respondí guardando el yodo en el botiquín y descartando las gasas. 
- Es que no lo entiendo, francamente ¿Qué defecto puedo tener? Soy guapo, atlético, cocino bien, soy pulcro y ordenado, no fumo, ni bebo y soy mas inteligente que tu – Protesto enojado.
- No eres más inteligente que yo; de todos modos, no es que no me gustes, simplemente te considero un idiota desde el día en que te conocí; eres egocéntrico y antifeminista, no puedes ver que alguien te supere en algo y además siempre encuentras algo malo en mí – Conteste.
- Antifeminista era, ya no lo soy; además todos los otros aspectos que criticas en mí, tu también los tienes Lita – Justifico Rob negando con su cabeza.
- ¿Y qué? Sólo dejemos este tema en el olvido – Dije a punto de volverme loca.
- Dame una oportunidad. – Demando indignado tomando uno de mis brazos. – Seré un ángel, te dejare ganar todas las discusiones, jamás te negaré nada, no tendrás que tatuar… si tu no quieres, yo puedo hacerte feliz. Acéptame Elizabeth – Se declaro desmedidamente acercando su rostro al mío.
- Te diré otro defecto que no enumeraste Rob, soy una completa perra – Conteste alejándome de el. – Feliz cumpleaños ingles – Le salude en tanto salía del garaje.

Al entrar a casa, todo estaba preparado para la fiesta de cumpleaños de Robert, los globos, el pastel, el confeti, hasta me hicieron poner un ridículo gorrito de cartón en forma de cono como si se tratara de una fiesta de cumpleaños para un niño del kinder.

- ¡¡¡¡SORPRESA!!!! – Gritaron todos, excepto yo, al ver entrar a Rob a la sala.
- ¡Feliz Cumpleaños campeón! – Exclamo Mick abrazando a su primo, al igual que Jamie.
- ¡Felicidades! – Le saludaron mama y Lion, poniéndole un estúpido gorro de cono como el que todos llevábamos en tanto la maldita Jade tomaba fotos desde todos los ángulos.


La fiesta se había vuelto multicolor gracias a la exagerada bola de boliche que había puesto mi hermana en la sala, música y baile eran el escenario que yo observaba desde la cocina y al terminar era ya, las 3:00 AM.

- Nos vemos Lita, ánimo amiga – Me saludo Jade dándome una paleta antes de irse.
- Estoy bien maldita, descasa – Dije saludándole con mi mano.
- ¿Estas esperando que me valla? – Pregunto Rob entrando a la sala desde el jardín.
- ¿Y Mick? –Pregunte asombrada de no ver  a nadie alrededor.
- Esta durmiendo con tu hermana, tu padre y tu madre también – Contesto.
- El no es mi padre, no delires tanto… Mi padre esta en Irlanda – Dije sentándome en el sofá en tanto sonaba “No Rain” de Blind Melon en el reproductor de música.
- Toma – Dijo el muchacho dándome un sobre con una invitación, a su fiesta de cumpleaños que se festejaría el próximo día, domingo, en un salón al norte de Newport.
- Sabes que no iré Robert… - Respondí mientras bebía una cerveza. 
- Pues, también tiene el nombre de tu hermana – Menciono sonriendo.
- ¿Por qué eres tan bueno conmigo Robert? De verdad… ¿Crees que lo merezco? – Pregunte elevando un poco la voz.
- No lo sé, supongo que por mas que ya me has dejado en claro que no puedes ni verme, aun no me haz dicho esas tres palabras mágicas, tal vez, deberías decirlas – Respondió parándose frente a mi.
- No sé a cuales palabras te refieres – Dije mirando hacia un lado.
– Si lo sabes… Deberías decirlo de una vez, tal vez así me ahorre la saliva dedicándote las palabras contrarias - Alegó.

Asentí, tal vez esperaba que el se alejara de mi de una vez por todas y definitivamente deje de sentir, esos sentimientos por mi que yo no me merecía evidentemente.

- Te odio Robert – Dije mirando lo profundo de sus ojos, en tanto esas tres magicas palabras salían de mi boca. – Qué descanses… - Agregue caminando hacia las escaleras.


- Buenas noches Lita – Escuche decir al muchacho en tanto los escalones marcaban con un sonido hueco mis pasos al subir, mientras con cada doloroso latido de mi corazón parecía que los últimos escasos rastros de humanidad, sensatez y sentimientos que guardaba dentro de mi se fueran desvaneciendo como las gotas de lluvia al evaporarse.  




Este capi esta dedicado a mi amigo adorado!
Te amodoro amigo adorado, 
gracias por siempre leer mis historias ♥


Las Mujeres James - Capitulo 12º


Capitulo 12º:
La casa de las James es un nido de locos.


"Si no recuerdas
la más ligera locura en que el amor te hizo caer, 
no has amado". 
William Shakespeare

No sé que ocurría, estaba muy feliz pero la cara de malvada de mi hermana Lita había emparado desde la fiesta de la mascarada, hace ya cinco días.

- ¿Hermana vamos juntas a la tienda de tatuajes? – Pregunte acercándome a ella; yo había dejad mi trabajo en la tienda de ropa en el Shopping de la calle 10, para ayudar en la tienda de los chicos como recepcionista.  

- Rápido – Contesto la mayor, tomando su bolso y su maldita campera de cuero negra, que yo tanto odiaba.
- ¿Qué ocurre? Estas muy extraña… ¿Pasó algo con Jade? ¿Con mamá? – Le interrogue en tanto caminábamos.
- Claro que no – Contesto ella sumergida en sus pensamientos.
- ¿Con Mick, Lion o Robert? – Pregunte mirándola.
- Robert… ¡Te odio bastardo! – Susurro Lita apretando su puño y pateando una lata de refrescos tan fuertemente que aterrizo sobre el capo de aun auto, que proseguidamente activo una alarma.
- Fueron unos niños que corrieron hacia allá – Expliqué al ver al conductor del auto, en tanto intentaba seguir los pasos de mi hermana.  - ¿Qué ocurrió con ustedes? – Pregunte nuevamente.
- Me beso en la mascarada el infeliz, luego resumió muy incoherentemente que era como ese maldito ángel y yo le amenace después – Contesto la joven, cerrando sus ojos enojada.
- Oh… Era el… - Dije riendo. –Jade tomo fotos su momento privado, pero no sabíamos quien era el ¡Se veían tan bien! – Explique emocionada.
- ¡Maldita Jade! ¡Entrometida! – Exclamo Lita, deteniéndose frente a la puerta del local. –Me dijo que me amaba… - Agrego inmóvil.
-Me asombra realmente, siempre están peleando como un perro y un gato – Mencione para luego entrar y correr hacia los brazos de Mick - ¡Hola lindo! –Grite para luego besarle y ver a Lita poner sus ojos en blanco asqueada, como siempre al ver cualquier escena de amor.

Luego de un rato me acerque a ella, quien estaba tatuando un hermoso colibrí en la espalda de una muchacha, aunque se que a mi hermana le molestaba yo siempre hablaba con sus clientes, a las personas les gusta contar su historia y aun mas que uno le escuche; siempre trataba de socializar, aun que Lita se llevara los abrazos por su buen trabajo al terminar.

- Hola Rob – Salude al primo de mi novio al verle entrar a la tienda, en tanto me acercaba a el.
- Jamie, apúntame para mañana por  la tarde, me haré un tatuaje – Dijo el muchacho.
- ¿Con cual tatuador? – Pregunté, aunque la respuesta era obvia.
- Elizabeth – Contestó.
- Me sorprendes Rob, nunca pensé que te tatuarías, aun menos, con mi hermana… ¿No será por ese beso que le diste verdad? – Le interrogue riendo.
- ¡Oye! ¡Tu! ¡Aish! ¡Cierra la boca! – Exclamo Robert molesto.
- Escúchame una cosa… Si tu lastimas a mi bella hermanita me encargare de hacer de tu vida un infierno hasta que exhales tu ultimo aliento – Asegure mirándolo seriamente. – Ya te apunte – Agregue sonriendo.  
- Lo único que me faltaba, mejor cállate. Iré al trabajo, nos vemos luego – Se despidió para luego irse del mismo modo como entro, arrogante y silencioso como el era.

Luego de que mi hermana terminara sus tatuajes  perforaciones de la mañana, volvió a casa y yo me quede en la tienda con mi amor, y los demás tatuadotes.

-Estoy preocupada por Lita – Dije mirando a Mick, quien estaba apoyado sobre el escritorio en donde yo agendaba a los clientes.
- ¿Por qué Rob la beso y le dijo que le amaba? – Pregunto el muchacho riendo. - ¡Qué par de idiotas! – Exclamo estallando en risas.
- Ella dice lo mismo de nosotros… - Respondí sonriendo. 


- Ella quiere tener a alguien a su lado, pero se niega a sentir algo por otra persona; es terca e irracional, hasta demasiado idiota – La definió, aun mejor que yo misma.
- No es su culpa, es la maldición – Expliqué convencida de que la maldición era la causante de los problemas de mi hermana para encontrar pareja, y de los míos en el pasado.
- Eso es una idiotez, linda… No te preocupes, ella estará bien, siempre lo esta – Contesto Mick abrazándome

Al llegar a casa, mamá y Lion almorzaban y mi hermana estaba matando a puñaladas a un oso de peluche.

- ¿Te lo envió Rob? – Pregunte sentándome a almorzar junto a la pareja.
- ¡No lo nombres! – Exclamo mi madre asustada para luego ambas observar a Lita, casi poseída por un demonio, apuñalar con mas desmesura a ese pobre oso, en tanto su mirada parecía encendida con todas las llamas que el infierno tenia.
- Creo que te lo estas tomando de muy mal modo hermana, ¿Por qué no te tranquilizas y vienes a almorzar con nosotros? – Dije algo temerosa mientras Lion cortaba un poco de carne en el plato de mi hermana mayor.
- ¿Qué haces? – Pregunto mi madre asombrada.
- No se acercará a esta mesa con un cuchillo amor – Contesto el hombre.
- Yo creo que, dentro del ambiente de la fiesta, fue muy lindo que alguien te diga que te ama y te bese – Mencione sonriendo.
- ¡¡Cállate!! – Grito Lita engullendo los trozos de carne como un animal, creo que si hubiera tomando los trozos de carne con su mano se vería más delicada.
- Yo creo que necesita un psicólogo – Agrego el hombre de la casa.
- Y yo que debería usar una servilleta, y salir con ese niño ingles tan lindo – Prosiguió mi madre, añadiendo un poco mas de leña al fuego.
- Y yo que deben preocuparse por sus asuntos – Respondió la muchacha retirándose de la mesa y subiendo a su habitación. Inmediatamente se escucho la música del piano que ella tocaba, como siempre cuando tenía algún problema.
- Limpiare estas cosas… - Dijo mamá tomando los platos sucios y yendo a lavarles.



Minutos después el timbre de la puerta se escucho, y al abrirla vi los rostros sonrientes de mi novio y Robert, quien estaba a punto de entrar al infierno.

- ¡Oh! El susodicho esta en casa – Bromeo Lion riendo.            
- Rob ¿A que se debe este cambio de actitud respecto a Lita? ¿O es solo un chiste para volverle loca? – Le interrogué.
- No tengo porque darte explicaciones Jamie – Contesto el muchacho bebiendo un refresco.
- Pues si a mi ¿Sabes lo loca que esta? Mi hijita menor tiene un novio que la adora y la cuida – Sonrío mi madre mirando a Mick – Pero, no te entiendo a ti ¿Qué es lo que quieres de mi hija loca? ¿Quieres jugar con ella? – Pregunto la mujer seriamente.
- Eve, tranquilízate, yo sé que mi primo no haría eso – Replico mi novio.
- ¿Cómo sabes tu? – Le interrogó Lion, acercándose a la conversación.
- Pues se, que Lita, perdió cierto objeto personal en la fiesta. Algo así como un guante de encaje negro… y se de alguien que lo tiene escondido en un lugar secreto – Explico el muchacho mirando a Rob, para luego todos dirigir miradas burlonas hacia el joven; susodicho.
- ¡Solo, lo estoy guardando para devolvérselo! ¡En el estado en que estaba me extraña que no perdiera su orgullo! –Se defendió el muchacho nervioso.
- Pues tu le estas haciendo perder la cordura en este momento – Dije riendo.
- Pues de eso no me responsabilizo, ya que todos en esta casa están algo locos… -Respondió Rob riendo.
- ¡Adivinen! ¡Adivinen! – Grito Lita inusitadamente corriendo hacia la cocina, felizmente luego de bajar las escaleras.
- ¿Qué? – Preguntamos todos mirándole extasiados.                 
- Me compre un auto por Internet… - Contesto ella sonriendo. – Esta algo fuera de forma, pero creo que invirtiendo un poco mas de dinero podré arreglarlo – Agrego manteniendo la sonrisa.
- ¿A qué te refieres con “Fuera de forma”? – Pregunto Mick.
- A que no funciona,  pero con el dinero que aun me queda podré arreglarlo – Explico.
- Lita… ¿Eres idiota? – Pregunte asombrada de la estupidez que veía en ella.
- ¡No! ¡Es más! ¡Me lo traerán mañana! – Exclamo tomando en sus brazos a su gato Louis.
- Lo es… - Dijo Rob asombrado para luego recibir una mirada asesina de mi hermana.
- ¿Cómo te sientes mi cielo? – Pregunto mi madre acariciando el cabello de Lita.
- ¿Cómo le vas a preguntar algo así al ser mas gris de este planeta? Como si lo extraordinario se fijara en ella, por favor, lo ha demostrado comprando un auto que no funciona – Menciono mi novio con una dosis de ironía no propia de el.
- No puedo creer que Mc Donald’s cambiara la estrategia de marketing, ahora en vez de tener a un payazo estúpido, tienen a dos patéticos con cara de idiotas – Respondió Lita.
- ¡Pero cállate cara de pizza doble! – Exclamo Rob, haciendo referencia a las mejillas redondas de mi hermana.
- ¿Cómo me llamaste? – Pregunto la mayor molesta.
- ¡Cara de pizza doble! – Le reto el joven.
- ¡Ya! ¡Cálmense! – Grito mi madre harta de las peleas constantes entre mi hermana y Rob. – Y tu Lita, mejor no compres ese auto – Agrego preocupada.
- No lo compres, debes comprar un honda como el mío – Aconsejó Mick.
- Claro que sí, porque me encantaría llenar de monóxido de carbono el ambiente, y aumentar el agujero de la capa de ozono, y seguir quemando mi piel de porcelana ¡Me encantaría seguir matando a los lobos marinos allá en Noruega! ¡¡¡Me encantaría que los glaciares se derritieran y que ya no haya mas agua en el planeta!!! – Grito Lita a punto de enloquecer.
- ¡Bueno! ¡Ya! ¡Eres una cámara de torturas alemana Beth! – Exclamo mi novio en tanto todos los demás nos cubríamos los oídos para no escuchar los gritos de mi hermana, que creo ya perdió la cordura. – Alguien que le de una medida de vodka a esta mujer, por favor – Agrego sentándose en el sofá.



Y así, así son las tardes de mi casa, con mi hermana loca discutiendo con mi novio y Robert, en tanto todos los demás nos cubríamos los oídos deseando salir de allí. Así era nuestra familia, como si estuviéramos en una casa de locos…
 

Este capi esta dedicado a mi amiga Rubi, espero te guste 
Te quiero mucho amiga ♥