“El
amor como ciego que es,
impide
a los amantes
ver
las divertidas tonterías que comenten”.
William
Shakespeare
- Elegir el vestido perfecto es muy importante – Menciono Jamie mirando
un par de vestidos que estaban en mi closet.
- No quiero ir… - Dije mirándola.
- ¡Vamos Lita! ¡Animo hermana! No puedes rendirte, es tu última
oportunidad – Explico maquillándome. - ¿Te gusta mucho el negro verdad? –
Pregunto dejando un vestido negro sobre mi cama, que obviamente había elegido
de entre un montón de vestidos negros.
- No va a resultar… - Deduje para luego ponerme el vestido que ella había
elegido para mi.
- Sólo dile lo que sientes, y no seas agresiva ni hagas nada estúpido –
Me ordeno en tanto bajábamos las escaleras.
La fiesta ya había comenzado y la mayoría de los rostros que observaba no
me eran conocidos, en tanto con mi vista buscaba al maldito ingles, el
agasajado.
-Ven Lita, te presentarte a algunas personas – Dijo mi cuñado tomándome
del brazo.
- No me jodas, no vine a socializar Mick – Conteste sin mirarle, pues aun
con mi mirada buscaba a Robert entre la multitud.
- Hazme caso cuñada – Insistió tirando de mi brazo hasta encontrarse con
un matrimonio, algo mayor, muy elegante. –Tíos, ella es Lita, es hermana de
Jamie y mi socia – Me presento frente a la pareja que había estado a un lado
observando con ojos críticos la fiesta.
- Así que tu eres la famosa Lita, deseábamos conocerte – Menciono el
hombre. – Soy John Wallace –Se presentó sonriendo.
- Un… un momento… ¿Dónde escuche ese apellido antes?... ¡Maldición! ¡Son
los padres del ingles! – Pensé tratando de calmarme.
- Son tus suegros…- Bromeo Mick en un susurro.
-Mi hijo y mi sobrino, no te han descrito tan hermosa como realmente eres
– Me adulo la mujer sonriendo dulcemente.
- Gracias – Conteste riendo incomoda, como se imaginan.
- Mi tío se hará un tatuaje mañana, antes de irse – Explico Mick.
- Así es, así que espero que seas tan talentosa como Robert ha dicho,
aunque no lo dudo – Aseguro el señor que portaba un noble pero serio semblante.
- Elizabeth… Hola, ¿Nos disculpan? – Dijo Robert tomando mi brazo y
alejandome de sus padres un par de metros – No pensé que vendrías – Agrego mirándome
de abajo hacia arriba, como examinándome como un doctor.
- ¿Acaso dije que no vendría? – Pregunte, aunque luego recordé que, en
realidad eso era lo que había dicho. – Como sea, necesito hablar contigo – Dije
mirándole.
- ¿Qué hacías con mis padres? – Me interrogo.
- Nada, solo… nada – Expliqué. - ¿Podemos hablar? – Insistí seriamente.
- Ahora no – Contesto el con un tono de voz muy frío y cortante. – Mejor,
mantente lo mas alejada de mi como lo has hecho antes y estaremos en paz –
Agrego para luego irse.
Eso es algo que yo diría, mas bien es como si la historia estuviese
contada al revés… ¿Me rechazo? ¿El me rechazo a mí? ¿A Elizabeth James?, nunca había
sufrido un rechazo, maldito ingles.
- ¡A Elizabeth James nadie le rechaza! – Exclame furiosa, debo decirlo,
con el orgullo herido.
- Te rechazo… - Dijo Jade parada a mi lado.
- ¿Desde cuando estas aquí maldita? – Pregunte asustada.
- Desde que te vi parada, sola mirando tus zapatos con cara de idiota…
Dos minutos o un poco mas – Explico la muchacha llevando un vestido azul. - ¿Te
dolió? – Me interrogo con una sonrisa algo sarcástica.
- Un poco, mucho – Me contradecí suspirando.
- Dah, te lo mereces… - Aclaró. – No te rindas Beth, tu nunca te rindes –
Prosiguió dándome unas palmaditas de apoyo en mi espalda.
- Necesito un trago… -Dije para luego ver que ella me acercaba su copa. –
Gracias amiga… - Agradecí luego de beberlo rápidamente.
- ¿Estas bien? – Pregunto la joven mirándome con preocupación.
- Jade lo siento mucho. Tu siempre has estado a mi lado, incluso luego de
nuestra corta “historia” que yo arruine, eres mi mejor amiga y yo no te suelo
valorar lo suficiente –Me disculpe en tanto ella me miraba extasiada. – Te
quiero mucho maldita – Agregue abrazándola.
- Y yo a ti Beth, ya devuélveme a mi mejor amiga porque me asustas –
Contesto correspondiendo a mi abrazo. – Deberías
hacer lo que viniste a hacer… - Sugirió sonriendo.
- Sí, lo haré… - Respondí suspirando para luego recorrer el salón
buscando a Robert entre la multitud.
En uno de los balcones le encontré, lejos de la música de fondo y el
bullicio de las platicas que inundaban la fiesta, el estaba sentado en un banco
luciendo su traje negro elegantemente dirigiendo su mirada hacia el cielo
nocturno inundado de estrellas.
-Me encontraste… - Dedujo mirándome. – No quiero platicar – Aclaro desviando
su mirada otra vez, hacia la noche.
- Entonces… ¿Puedes solo escucharme? – Pregunte acercándome a el.
- Estoy algo cansado de escucharte, eres como la biblia insultas a más no
poder pero luego te contradices evitando que alguien te pueda entender – Me
ataco sin mirarme.
- Lo comprendo ingl... Robert, pero si no te digo esto… sentiré que hice
todo mal – Explique.
- Es que todo lo hiciste mal Beth, todo lo malo, cruel, egoísta y
desinteresado que pudiste haber hecho…ya lo has hecho – Dijo poniéndose de pie
frente a mi. – Y no tienes que sentirte mal, porque así eres, ni tampoco
disculparte ni preocuparte por mí, yo estaré bien. Solo… solo fueron algunos
rechazos y un poco de tristeza; eso es todo – Explico sonriendo levemente y dirigiéndose
hacia la puerta del balcón.
- Me equivoque… - Lo detuve amotinándome frente a la puerta y mi orgullo
en ese momento se fue al carajo, como todo mi ser. – Yo dije esas cosas y me
equivoque, y además mentí. Entiendo que no puedas ni verme pero la realidad es
esta, soy una estúpida, cruel y desinteresada – Acredite, demasiado convencida
de eso como para negarlo. – Pero lo cierto es que me da miedo estar con alguien
y que luego me lastimen, así como yo lastime a muchos… y me doy cuenta de que
la gente cree que estoy vacía de sentimientos… Pero no es así, incluso tengo
en claro lo que siento por ti y se que si no lo logro contigo, no lo lograre
con nadie y seré toda mi vida como la
Lita que tu siempre has conocido. –Me justifique intentando
no romper en llantos. – No quiero que esto termine así, no te vayas por favor.
– Rogué tal vez por última vez.
- Estas perdonada Lita, siempre lo estas. Pero como te dije hoy: No tengo
ningún motivo para quedarme aquí ¿Por qué lo haría? ¿Por qué si tu no estas
segura? ¿Por qué arriesgarme a que me vuelvas a hacer lo mismo? Dame un motivo,
no solo excusas leídas de tus novelas viejas – Demando negando con la cabeza.
- ¡Por qué yo quiero estar contigo Robert! ¡Maldición! ¿Ves como me
pones? – Dije con desmesura, angustiada ante su mirada. – Quiero que estemos
juntos, pero fui tan idiota que solo lo entendí después de lastimarte y
arruinar nuestra relación… - Explique. – Ahora yo, te pido que me des otra
oportunidad, tengamos algo lindo juntos… No quiero perderte de esta manera Rob
– Insistí negando con mi cabeza, en tanto cerraba mis ojos fuertemente, este
era mi ultimo intento. Sí esto no resultaba, no volvería a mirar a otro
muchacho y mucho menos ponerme así por alguien.
- Idiota – Menciono el muchacho mirándome, en tanto yo dirigía mi vista
hacia el, a punto de darle un golpe con todas mis fuerzas. – Reprimida
sentimental, negada a los sentimientos, orgullosa hasta el punto de la
inmadurez y psicópata en potencia… Tienes tu oportunidad, la ultima – Agrego
riendo.
Le abrace fuertemente, y tal vez tenia cara de estúpida al hacerlo, y de
seguro quería golpearle por hacerme sentir tan mal por un día entero.
- ¿No te iras verdad? – Pregunte sonriendo para luego verlo negar. -
¿Entonces? – Le interrogue nuevamente.
- ¿Te amo? – Contesto confundido. Realmente sentí que estaba bromeando.
- Si… Lo habías dicho ya – Explique. – Yo también te amo... – Dije algo
incomoda y ruborizada de seguro.
- Bueno, entonces volvamos a la fiesta – Respondió tomando mi mano.
- Um… ¿No deberías besarme acaso? – Pregunte negándome a creer que fuera
un idiota realmente.
- ¡Oh! Si, claro. No lo olvidé – Aclaró tomando suavemente mi mentón y
llevándolo hacia su rostro hasta unir nuestros labios en un tierno y dulce
beso, necesario, profundo y correspondido (Claro esta) que se interrumpió luego
de un par de minutos a causa de un flash de una cámara de fotos.
- ¡Jade! – Grite enojada para luego verla correr junto a Mick y a Jamie.
- ¿Volvemos a la fiesta? – Pregunto el muchacho tomando mi mano
nuevamente y sonriendo en tanto yo asentía con mi cabeza.
- Feliz Cumpleaños Robert – Dije sonriendo al igual que el.
- ¿Sabes que mis cumpleaños son geniales? – Me interrogo el muchacho manteniendo
su sonrisa.
- ¿A sí? ¿Por qué? – Pregunte riendo para luego recibir un beso suyo.
- Además, por eso… - Contesto señalando a sus padres quienes bailaban ridículamente
en medio de la pista.
- Eso lo explica la idiotez de este ingles… - Susurre en tanto entrábamos
nuevamente a la fiesta de la mano.
- ¿Dijiste algo? – Pregunto mirándome.
- Que esta muy divertido… - Respondí riendo.
Por eso odiaba mis cumpleaños, porque debía quedarme hasta el final de la
fiesta y aunque este no fuera mi cumpleaños, eso paso de la misma manera, la
noche joven se volvió vieja y la música y las platicas de los invitados se
fueron desvaneciendo lentamente hasta que todo el salón quedo en silencio y
algo sucio.
- Muy bien Rob ¿Preparaste tus maletas verdad? – Pregunto el señor Wallace
acercándose a su hijo.
- No me iré por ahora padre, es que… - Contesto el joven dirigiendo su
mirada hacia mi para luego ver que sus padres lo imitaban pero no de la misma
manera, las miradas eran fulminantes. – A parte, debo asistir a una boda –
Agrego el joven riendo y rascando su cabeza con incomodidad mientras sus padres
aun tenían la mirada fija en mi.
Este va dedicado a mi Barbi
Espero te guste ♥
Te amodoro
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