Capitulo 1º - La promesa
“Aquellos que no aprenden de su propia historia, están condenados a
repetirla” - George Santayana.
Todo comenzó el día en que el novio numero 100 de mi madre
se fue de casa, fue ese día domingo en el cual nos dispusimos con mi hermana a
no repetir la historia de mi madre.
Y allí estaba ella, devorando cupcakes para ahogar su llanto
por la pérdida de su amado en tanto mi hermana y yo desayunábamos demasiado
acostumbradas a aquella situación.
- ¿Saben que pienso? –Pregunto Jamie, mi hermana menor
mirándonos. –Que era gay… -Agrego riendo para luego recibir un golpe de mi
madre.
- ¡No era gay! ¡Es la maldición! – Exclamo Eve, mi madre,
enojada.
- No, no es la maldición, es tu culpa… -Dije intentando
mantener la concentración en un libro. –Según tu, la maldición fue culpable de
que papá te dejara y que el padre de Jamie se fuera, pero fue tu decisión
dejarles ir… -Aclare encendiendo un cigarrillo.
- Lita, lastimas mis sentimientos, mírate, eres igual a tu
padre –Contesto la mujer.
- Y ¿Tu qué Lita? –Dijo la menor riendo.
-Yo soy feliz con mi novio, gracias por preguntar –
Respondí.
- Mamá… Deberías ponerte un vestido lindo y salir con tus
amigas – Sugirió Jamie.
-Y luego volver a casa con otro hombre, como siempre haces –
Proseguí riendo.
- ¡Eres muy fría Elizabeth, si fuera otra clase de madre ya
te hubiera golpeado! – Grito la mujer mirándome.
La mire seria, ya estaba harta de esas taradeces, si siempre
le pasa lo mismo, entonces el problema es ella, no sus parejas.
-Si fueras otra clase de madre, tendrías una pareja estable,
o serias soltera y posiblemente mas seria… - Replique enojada.
- ¡¿Siempre tienen que discutir así?! ¡Mamá, tu ya eres
mayor y tu Lita eres una aburrida y parece que estas estreñida todo el tiempo!…
Debo ser adoptada… - Acusó la menor para
luego continuar con su desayuno.
- Y tu te pasas de pendeja… - Conteste arrojándole una
tostada.
- ¡¡Mamá!! ¡¡Dile algoooo!! – Grito mi hermana agravando su
voz.
- ¡¡Ya!! ¡Deténganse o las mato! – Exclamo la mujer,
mirándonos con algo de psicopatía y luego dirigiéndose a la puerta al escuchar
el timbre.
- ¡Beth! ¡Lita! ¡No vas a creer esto! – Grito Jade corriendo
hacia mí, casi atropellando a mi madre en el camino.
- ¿Qué? – Pregunte mirándola asustada.
Jade: Mi mejor amiga,
tiene 25 años, estudiante de abogacía, le gusta espiar a las personas (Lo hace
todo el tiempo)
Arrojo un montón de fotos sobre la mesa y luego me miro. Mi
madre y mi hermana peleaban por las fotografías mirándolas, en tanto yo
escuchaba el típico “Ooh” seguido por unas tenues risas.
Suspire mirando las fotos, en donde mi novio, ahora ex
novio, estaba con otra chica.
-¿Los seguiste? –Pregunte mirando ami amiga.
- No, solo estaba allí y llevaba mi cámara... – Explico
comiéndose mi tostada. -¿Estas bien? – Me interrogó.
- ¡Es la maldición! –Grito mi madre sollozando.
- Hermana… ¿Te sientes bien?- Pregunto Jamie mirándome.
-¡No existe ninguna maldición mamá! ¡Estoy bien! ¡¿Qué
pasa?! ¡¿Me ven mal?! –Reproche para luego verlas negar.
-Si, si… estas muy bien Lita… Estas muy bien… -Aseguro Jade poniendo
sus ojos en blanco y alejándose de mí.
- ¿Y ella quién es? –Pregunto mi hermana mirando a la
muchacha.
- ¿Por qué debería saberlo? – Contesto ella riendo.
Automáticamente todas dirigimos la mirada hacia ella, era imposible que no lo
supiera siendo Jade. – Es la hija del dueño del hotel Newport Beachside, ese
que esta frente a la playa – Explico.
- Gracias Jade, deja ya de perseguir a las personas – Dije
volviendo la atención a mi libro.
- ¿Eso es todo? – Pregunto Jamie mirándome.
- ¿Qué mas quieres que haga? ¿Llorar como mamá? –Sugerí
manteniéndome seria. No voy a negarlo, parecía que mi corazón estaba
disolviéndose lentamente.
- Pues, vengarte tonta… - Se quejo Jade.
-No perderé mi tiempo con ese idiota Jade, te lo agradezco,
pero prefiero comer popo que preocuparme por el –Respondí indignada por dentro.
-Bien por ti hermana. –Dijo la menor asintiendo con su
cabeza.
- Jade ¿Quién es ese tipo con el que hablabas ayer? –
Pregunto mi madre, ya eligiendo a su próximas victima.
- Es mi profesor de psicología, es gay y esta en pareja, lo
siento Eve – Contesto riendo en tanto mi madre volvía a deprimirse. - ¿Qué es
eso de la maldición? –Pregunto la muchacha sirviéndose el desayuno.
- Según nuestra abuela, una mujer hechizo a su madre por que
se acostó con su marido o algo así, entonces desde ese momento, todas las
generaciones de mujeres James no han tenido suerte con los hombres y murieron
solteronas – Aclaro Jamie mientras Jade entraba en un ataque de risa.
-¡Jajajajajajajajaja! ¡Que mujeres tontas! ¡Por dios! ¡Este
tema merece una investigación detallada! –Exclamo riendo. –Realmente están
chifladas –Agrego comiéndose los cupcakes de mi madre.
- ¡No digas eso! ¡Es porque a ti no te ha pasado! –Grito mi
madre enojada.
- Y eso es porque me gustan las mujeres –Respondió y luego
se escucho el ruido de las sillas de mi madre y mi hermana alejándose de ella.
– Descuiden, me gustan las mujeres inteligentes – Explico, haciendo que mi
hermana y mi madre dirijan la mirada hacia mi.
- ¿Qué cosa? –Pregunte escuchando sus risas.
- Inteligentes, pero normales y tiernas –Volvió a aclarar la
muchacha riendo.
- ¡Cualquier persona puede decirme rara menos tu Jade!
–Exclame enojada.
- ¡Esto no puede estar ocurriendo! ¡Somos chicas muy bonitas
y buenas! ¡Y jóvenes! ¡Y sexys! –Grito Jamie parándose sobre la silla. -¡No nos rendiremos! ¡Encontraremos al
muchacho perfecto hermana! ¡Es una promesa! – Dijo de la misma manera mirándome.
Jade rió, y me dio un pequeño golpe con su codo. Decidí
seguirle el juego, realmente nunca creería que llegaríamos a algo con una
tontería así.
- ¡Si! ¡Así será! ¡Lo encontraremos! –Dije imitándola y
parándome sobre la silla.
Juntamos nuestras manos, una sobre la otra. – 1, 2, 3
¡¡¡Fighting!!! –Gritamos al unísono en tanto Jade y mi madre reían al ver la
escena.
- ¡Jamás lo lograran! - Grito la mujer asustada.
Y por la mañana siguiente, todo empeoro....
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