miércoles, 20 de junio de 2012

Las mujeres James - Capitulo 1º


Capitulo 1º - La promesa



                                                                “Aquellos que no aprenden de su propia historia, están condenados a repetirla” - George  Santayana.

Todo comenzó el día en que el novio numero 100 de mi madre se fue de casa, fue ese día domingo en el cual nos dispusimos con mi hermana a no repetir la historia de mi madre.

Y allí estaba ella, devorando cupcakes para ahogar su llanto por la pérdida de su amado en tanto mi hermana y yo desayunábamos demasiado acostumbradas a aquella situación.

- ¿Saben que pienso? –Pregunto Jamie, mi hermana menor mirándonos. –Que era gay… -Agrego riendo para luego recibir un golpe de mi madre.
- ¡No era gay! ¡Es la maldición! – Exclamo Eve, mi madre, enojada.
- No, no es la maldición, es tu culpa… -Dije intentando mantener la concentración en un libro. –Según tu, la maldición fue culpable de que papá te dejara y que el padre de Jamie se fuera, pero fue tu decisión dejarles ir… -Aclare encendiendo un cigarrillo.
- Lita, lastimas mis sentimientos, mírate, eres igual a tu padre –Contesto la mujer.
- Y ¿Tu qué Lita? –Dijo la menor riendo.
-Yo soy feliz con mi novio, gracias por preguntar – Respondí.
- Mamá… Deberías ponerte un vestido lindo y salir con tus amigas – Sugirió Jamie.
-Y luego volver a casa con otro hombre, como siempre haces – Proseguí riendo.
- ¡Eres muy fría Elizabeth, si fuera otra clase de madre ya te hubiera golpeado! – Grito la mujer mirándome.

La mire seria, ya estaba harta de esas taradeces, si siempre le pasa lo mismo, entonces el problema es ella, no sus parejas.

-Si fueras otra clase de madre, tendrías una pareja estable, o serias soltera y posiblemente mas seria… - Replique enojada.
- ¡¿Siempre tienen que discutir así?! ¡Mamá, tu ya eres mayor y tu Lita eres una aburrida y parece que estas estreñida todo el tiempo!… Debo ser adoptada… -  Acusó la menor para luego continuar con su desayuno.
- Y tu te pasas de pendeja… - Conteste arrojándole una tostada.
- ¡¡Mamá!! ¡¡Dile algoooo!! – Grito mi hermana agravando su voz.
- ¡¡Ya!! ¡Deténganse o las mato! – Exclamo la mujer, mirándonos con algo de psicopatía y luego dirigiéndose a la puerta al escuchar el timbre.
- ¡Beth! ¡Lita! ¡No vas a creer esto! – Grito Jade corriendo hacia mí, casi atropellando a mi madre en el camino.
- ¿Qué? – Pregunte mirándola asustada.

Jade: Mi mejor amiga, tiene 25 años, estudiante de abogacía, le gusta espiar a las personas (Lo hace todo el tiempo)

Arrojo un montón de fotos sobre la mesa y luego me miro. Mi madre y mi hermana peleaban por las fotografías mirándolas, en tanto yo escuchaba el típico “Ooh” seguido por unas tenues risas.
Suspire mirando las fotos, en donde mi novio, ahora ex novio, estaba con otra chica.



-¿Los seguiste? –Pregunte mirando ami amiga.
- No, solo estaba allí y llevaba mi cámara... – Explico comiéndose mi tostada. -¿Estas bien? – Me interrogó.
- ¡Es la maldición! –Grito mi madre sollozando.
- Hermana… ¿Te sientes bien?- Pregunto Jamie mirándome.
-¡No existe ninguna maldición mamá! ¡Estoy bien! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Me ven mal?! –Reproche para luego verlas negar.
-Si, si… estas muy bien Lita… Estas muy bien… -Aseguro Jade poniendo sus ojos en blanco y alejándose de mí.
- ¿Y ella quién es? –Pregunto mi hermana mirando a la muchacha.
- ¿Por qué debería saberlo? – Contesto ella riendo. Automáticamente todas dirigimos la mirada hacia ella, era imposible que no lo supiera siendo Jade. – Es la hija del dueño del hotel Newport Beachside, ese que esta frente a la playa – Explico.
- Gracias Jade, deja ya de perseguir a las personas – Dije volviendo la atención a mi libro.
- ¿Eso es todo? – Pregunto Jamie mirándome.
- ¿Qué mas quieres que haga? ¿Llorar como mamá? –Sugerí manteniéndome seria. No voy a negarlo, parecía que mi corazón estaba disolviéndose lentamente.
- Pues, vengarte tonta… - Se quejo Jade. 
-No perderé mi tiempo con ese idiota Jade, te lo agradezco, pero prefiero comer popo que preocuparme por el –Respondí indignada por dentro.
-Bien por ti hermana. –Dijo la menor asintiendo con su cabeza.
- Jade ¿Quién es ese tipo con el que hablabas ayer? – Pregunto mi madre, ya eligiendo a su próximas victima.
- Es mi profesor de psicología, es gay y esta en pareja, lo siento Eve – Contesto riendo en tanto mi madre volvía a deprimirse. - ¿Qué es eso de la maldición? –Pregunto la muchacha sirviéndose el desayuno.
- Según nuestra abuela, una mujer hechizo a su madre por que se acostó con su marido o algo así, entonces desde ese momento, todas las generaciones de mujeres James no han tenido suerte con los hombres y murieron solteronas – Aclaro Jamie mientras Jade entraba en un ataque de risa.
-¡Jajajajajajajajaja! ¡Que mujeres tontas! ¡Por dios! ¡Este tema merece una investigación detallada! –Exclamo riendo. –Realmente están chifladas –Agrego comiéndose los cupcakes de mi madre.
- ¡No digas eso! ¡Es porque a ti no te ha pasado! –Grito mi madre enojada.
- Y eso es porque me gustan las mujeres –Respondió y luego se escucho el ruido de las sillas de mi madre y mi hermana alejándose de ella. – Descuiden, me gustan las mujeres inteligentes – Explico, haciendo que mi hermana y mi madre dirijan la mirada hacia mi.
- ¿Qué cosa? –Pregunte escuchando sus risas.
- Inteligentes, pero normales y tiernas –Volvió a aclarar la muchacha riendo.
- ¡Cualquier persona puede decirme rara menos tu Jade! –Exclame enojada.
- ¡Esto no puede estar ocurriendo! ¡Somos chicas muy bonitas y buenas! ¡Y jóvenes! ¡Y sexys! –Grito Jamie parándose sobre la silla.  -¡No nos rendiremos! ¡Encontraremos al muchacho perfecto hermana! ¡Es una promesa!  – Dijo de la misma manera mirándome.

Jade rió, y me dio un pequeño golpe con su codo. Decidí seguirle el juego, realmente nunca creería que llegaríamos a algo con una tontería así.

- ¡Si! ¡Así será! ¡Lo encontraremos! –Dije imitándola y parándome sobre la silla.

Juntamos nuestras manos, una sobre la otra. – 1, 2, 3 ¡¡¡Fighting!!! –Gritamos al unísono en tanto Jade y mi madre reían al ver la escena. 
- ¡Jamás lo lograran! - Grito la mujer asustada.

Y por la mañana siguiente, todo empeoro....




                                                   

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