Capitulo 4º - Voces en
el piano
“Las mariposas deben estar en pareja,
si solo hay una… la otra estaría muy sola”
Charlene Choi - The Butterfly
Lovers
Narrado por Jamie, en
un fragmento de su diario intimo. 24 de
Junio.
“Todo estaba tan mal todos los días que mi existencia se
había convertido, aparentemente, en una
espesa y oscura nebulosa inundada de preguntas sin respuestas.
De pronto llegue a la conclusión de que a no ser que algo
cambiaria mi vida, me convertiría en una mujer sola, y acabaría chiflada como
mi madre o frígida como mi hermana Lita, y aun que ambas tomamos la decisión de
no dejarnos vencer por esa maldición, las cosas no avanzaban como yo me lo
esperaba; estábamos mas solas que nunca, yo lejos de mamá lo que me afectaba
demasiado y Lita lejos de su amiga Jade; lo que la hacia realmente histérica e
insoportable al mismo tiempo.
No entiendo, por que una chica tan linda como yo pasaba por
estas situaciones…
- ¡Estoy en casa! –Avise al entrar luego de un arduo día de
trabajo. Y allí estaba Lita sentada en el sofá leyendo un libro todo viejo y
mugroso. - ¡Aish! ¿Por qué eres tan extraña hermana? – Pregunte mirándola
recibiendo como respuesta un arqueo de hombros de su parte. – Creo que ya es
hora de que hables con Jade… - Sugerí sentándome junto a ella.
- ¿Por qué? Es decir… ella me dijo cosas horribles; una
persona normal no lo perdonaría… - Contesto mi hermana mayor volviendo la vista
a su libro.
- Primero, debes hacerlo porque no soporto tu cara de
trasero; segundo no eres una persona normal y tercero debemos intentar arreglar
las cosas. Imagina que mamá no puede volver y encontrarnos así; algo debe
cambiar… - Explique usando mi arma mortal que consistía en mirarla con mi
rostro mas triste jamás actuado.
Ella dejo su libro a un lado y me miro.
-¿Eso quieres? –Pregunto suspirando. - ¿Qué se supone que
hagamos? – Volvió a preguntar encendiendo un cigarrillo.
- Primero, cenar; segundo salir a divertirnos; tercero y
cuarto; consigue un trabajo y habla con Jade… - Ordene sintiéndome por primera vez la mayor.
- Esta bien… Lo haremos… - Dijo Lita tomando el teléfono y
encargando una pizza.
Cenamos tranquilamente, mi hermana seguía con la misma cara,
de mal humor, que generalmente tenia. Nos cambiamos luego de un rato y
comenzamos a recorrer los bares de la cuidad.
-No… No quiero entrar allí… - Rezongo en tanto yo tiraba de
su brazo, obvio ella ya esta ebria… Y yo… sólo un poco.
- Prometiste hablar con Jade ¡Ella trabaja aquí! –Exclame en
voz alta entrando con ella al bar. - Anda… -Agregue sentándome en la barra.
- Ay Dios… ¿Qué hacen aquí? – Pregunto Jade acercándose a
nosotras.
- Hablábamos mal de ti, muy mal… - Conteste riendo. – Quiero un Martini, por favor – Pedí
mi trago mirando a mi hermana quien hizo una seña con su mano indicando que ya
no quería beber más.
- Lo imagino… Aquí tienes
- Dijo la muchacha dándome mi trago, arqueando sus labios en tanto desviaba la vista hacia Lita , que
como es de suponer, estaba con su cabeza y sus brazos apoyados en la barra a
punto de entrar en un coma alcohólico. –Saldré en una hora… y las llevare a
casa… - Agrego para luego continuar con su trabajo.
Lita me miro, separando su rostro de sus brazos por unos segundos.
Creo que estaba demasiado ebria porque en esos segundos que ella dirigió su
mirada hacia mi vi sus ojos inundados de lagrimas, creo estar ebria porque el
ver a mi hermana mayor llorando no es algo típico, no recuerdo cuantas veces la
he visto llorar pero si se que puedo contarlas con una sola mano.
Yo no sé como manejar esta situación, a decir verdad nos ha
costado demasiado desde que mamá esta lejos, ha sido muy difícil para mí; no
imagino como lo será para ella que es la encargada de todo cuando mamá no esta.
Termine mi trago apresurándome y acaricie su cabello.
- Hermana… ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras? –Pregunte actuando seriamente
como muy pocas veces lo he hecho con un par de copas de más.
- Me siento bien – Contesto ella, separando sus brazos de su
cabeza y regalándome una sonrisa. –Me divertí mucho hoy… - Explico manteniendo
su sonrisa.
- También yo, entonces deberíamos hacerlo mas seguido… -
Dije acariciando su cabello.
Ella me abrazo fuertemente
apoyando su rostro en mi hombro, creo que realmente estaba ebria, también
creo que si ella seguía actuando así jamás encontraría pareja, y otra vez comencé
a pensar en esa maldita maldición.
Ambas lo prometimos, prometimos que la maldición no nos
dejaría solas y por más que una encuentre pareja, no cumpliríamos nuestra promesa
si una de nosotras estaba sola…
- Ya vamos... – Dijo Jade acercándose a nosotras, claro esta
que ella nos ayudo a llegar a su auto en tanto Lita y yo caminábamos abrazadas
y desviándonos hacia los lados de la acera.
Al llegar me recosté en el sofá y tome al café que Jade me
preparo, mi hermana estaba arriba en su habitación, luego Jade subió a hablar
con ella… normalmente escucharía tras la puerta pero me contuve y además no podía
subir las escaleras ¡Jajajajaja!
Luego escuche el piano, sabia que mi hermana tocaba cuando
estaba triste o ansiosa, es como si hablara a través de el y yo llegue a la conclusión
de que la única persona que tengo es ella y que ella solo me tiene a mi, si no
soluciona sus problemas con Jade.
No nos ocurrirá lo que mamá, seremos felices a como de lugar…”
¿Por qué nos ocurre
esto? ¿Habremos hecho algo mal? ¿De verdad existe esa maldición? O tal vez,
somos nosotras las que nos escudamos en eso para que no salir heridas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario